Todo un fin de semana lloviendo. Una sesión de preboda que no se hace (todavía vamos bien de tiempo), un festival al que no vamos… un horror, pero como hay que hacer algo, esto es lo que se nos ocurrió.
Volvemos al estílo de la felicitación de Navidad de 2012 y nos ponemos a hacer un montaje, esta vez aprovechando unos globos que había por casa. Por cierto, me han hecho ver que me he olvidado de las sombras, y sí, es así. Ciertamente un desliz.
Ahora algunas de las fotos de ese día, no todas estan en el montaje final. Cuando trabajas con niños no siempre sale a la primera y no siempre consigues lo que habias pensado.