Hace ya algun tiempo que me regalaron una visita a una bodega, uno de esos «packs regalo» que nunca sabes cuando ir. Pues viendo que se acercaba su caducidad nos pusimos a escoger bodega que visitar, tras el fiasco estrepitoso de la visita a las Bodegas Torres nos apetecia algo mucho menos comercial y mucho menos «parque de atracciones». Por cercania (aunque esté a 80km de casa) y por que así salió, nos fuimos a visitar las bodegas ABADAL. Allí nos guió Anna, la enologa de la bodega (creo) y nos dió un paseo por la casa/bodega antigua, el museo, la bodega moderna y por supuesto por sus vinos.
La sorpresa ha sido mayúscula. La casa antigua es espectacular, el museo curioso, la bodega moderna es eso, una bodega moderna y los vinos no estan nada mal. Pero la visita es de nota.
Muy recomendable.